La familia Herrero Martín nos han regalado estas bellas imágenes de nuestro cielo, cosa que agradecemos enormemente
Desde el mismo Albergue contemplar el cielo, ya es todo un espectáculo y un privilegio, pero a ellos les encantaba hacer pequeñas excursiones nocturnas, a escasos metros de aquí, en La Balsa del Pinar de Rubiales, donde la oscuridad es absoluta, montaban su trípode y a disfrutar
Que sin fín de fotos traían y con que ilusión nos las enseñaban. La verdad es apasionante, ni televisión, ni móviles, ni tablets y ordenadores...sólo tú, el firmamento, el silencio y el aire fresco acariciándote la cara ...¿se puede pedir más?
Muchas gracias familia, hasta la otra
Estrella fugaz y Casiopea
Vía Lactea o Camino de Santiago